Para no pasar más frío, calentó el hielo en el radiador y lo acercó a su nuca. Así, al fin, encontraba el término medio.
Pasaron las últimas tardes helándose y buscando la página del calendario que correspondía a Mayo, como si eso les acercara más a un nuevo abrazo.
"De ilusiones también se muere"
Al menos tenían eso claro, si seguían luchando tal vez encontrarían la playa una vez más al fondo. Si se rendían no se perdonarían jamás el haber tenido la posibilidad de haber resuelto el "¿Y si...?"
No era para ellos.
No eran ellos.
Por eso, calentaban el hielo y se lo acercaban a la nuca. Un segundo después, ardían.
Pero eso, no lo sabía nadie más.
Ni siquiera él.
viernes, 2 de abril de 2010
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me encanta el título, muy buena frase..! te la puedo robar? :)
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