viernes, 23 de diciembre de 2011

Y decirte, amor mío, que tuviste un gusto pésimo al no darme la opción de hacerte feliz.

Y que yo, siempre seré mejor que cualquier otra.

Pero eso es algo que ya sabemos los dos.

Sobre todo tú.

domingo, 18 de diciembre de 2011


Me fui a llorarles a todos, no tuve reparo y acabé contándole mis terribles penas a gente que ni siquiera conocía.

Me vi llorando en calles, frente al mar y de cara al asfalto y ladrillos con paciencia infinita. Lloré en habitaciones azules, rosas, blancas y moradas. Lloré, lloré tanto que me desgasté. Irrité mi cara y enrojecí mis ojos de tal manera que me estorbaron las pestañas y todo lo que no era pena.

Lloré tanto que no podía seguir. Lloré de tal manera que a finales de agosto no me quedó más que dejar de hacerlo. Lloré, y con ello se me fue el sueño y vino un dolor que llegó a convertirse en la más fiel compañía de los últimos meses.

Lloré y le eché. Y al dolor también.

Por eso, puestos a hablar de responsabilidades, acata la tuya de una puta vez y entérate de que no eres tan bueno como crees.

Se te hace cuesta arriba estar a mi nivel.

jueves, 17 de noviembre de 2011

La culpa es eso de lo que nadie quiere hablar y que yo, sin reparos, dejo caer sobre ti.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Intuición a prueba

Lo voy a hacer, voy a realizar una apuesta por mi intuición.

Si gano, perderé yo. Si pierdo, ¿ganaré?

Soy lo que hacía falta en tu relación, y tú eras lo que hacía falta en la mía.

Quiero no perder.

That's what I really want.

lunes, 31 de octubre de 2011

Mi frustración y mi bajo rendimiento siempre te dieron igual.

Ahora pretendes que empatice.

Definitivamente tuviste suerte de conocerme.

martes, 16 de agosto de 2011

Me han prometido tanto la luna que cualquier día me presento en un registro para ponerla a mi nombre.

sábado, 13 de agosto de 2011

Aquello del amor pasó de largo cuando recordó al odio.

lunes, 1 de agosto de 2011

El incansable devenir del agua

Ha arrasado.


Llegó con ruido.


Llegó con luz.


Asustó al pequeño con dos puntos de luz incandescentes.


No me asustó.


La disfruté.


Mojó.


Empapó.


Amedrentó.


Comenzó.


sábado, 23 de julio de 2011

Si te soy sincera, sí, te escribo desde el rencor.

Si te soy sincera, sí, te escribo desde el dolor.

Si te soy sincera, sí, te escribo desde el ostracismo.

Vaya, qué mierda lo de ser sincera. Pero sobre todo, qué mierda lo de que seas tú quien provoca todo eso.

Y que sigas sin enterarte de nada.

Sí, la culpa es tuya.
Tenías razón, no merecías tanto.

No me merecías.

Mucho menos ahora.
Si te niego un sólo momento que lo que has hecho me ha dolido te mentiría.

Y lo siento, pero ambos sabemos que a ti se te da mejor lo de no decir la verdad.

Me has dolido y me dueles.

Pero no quiero que me duelas. En el futuro.

No lo vales.

domingo, 17 de julio de 2011

No por mucho mirar el móvil llamará más temprano.

martes, 12 de julio de 2011

Te diría "No te olvides de mí"

Pero creo que ya es tarde.

Ya lo has hecho.

sábado, 9 de julio de 2011

Por algún extraño motivo estás más lejos aún de lo habitual.

La obviedad es que no te importa.

[Cambia la última a por una o]

jueves, 7 de julio de 2011

-Entonces... toda aquella historia del amor que nos contaron... ¿no era cierta?

-Evidentemente no, sólo te querían crear un poco de frustración. ¿De qué iba a servir volverse idiota de una manera tan primitiva?

Devolvió entonces a Walt Disney a su urna helada y enterró con sumo mimo sus ilusiones en un cofre de recuerdos que jamás llegarían a hacerse de nuevo.
Sigo pensando que merezco una explicación.
La maravillosa espera de aquella que ya lo ha perdido todo.

martes, 5 de julio de 2011

Entonces subió a su calesa, recogió su bello pelo rubio y recordó que en algún momento la llamaron como aquel personaje literario.

No quedaba nada de aquello, sólo el terrible juicio de Paris entre las tres diosas.

Nada quedaba, todo había cambiado y ni siquiera recordaba cuándo había empezado toda aquella decadencia.

Ella ya no era M...

Volvía a ser Jude.

Pérdida de elegancia.

No sé por qué la llamo zorra. Lo suyo sería más víbora, por aquello de que no deja de arrastrarse.

Aunque si la miras a la cara entiendes lo de zorra.

lunes, 4 de julio de 2011

Ante la duda:

Sí, me siento superior a la gente que escribe cuatro o cinco puntos creyendo que pensamos que son puntos suspensivos.

No, tres y ya está.

Y ya está...

viernes, 1 de julio de 2011

Prometo venir a buscarte todas las noches que alguien te ataque.
Prometo darte las armas necesarias para defenderte de quien te quiera hacer daño.
Prometo mimarte desde la responsabilidad, pero sobre todo desde el amor sincero.
Prometo no prometerte nada que no vaya a cumplir, a no ser que quiera que aprendas que a veces la gente se equivoca y falla.
Prometo fallarte para que me odies y entiendas lo difícil que es ser tú.
Prometo recurrir a todos los tópicos del mundo para regañarte.
Pero sobre todo, prometo dormir contigo siempre que pueda y que sea sano para ambos/as.

Prometo buscarte.
-¿Pero te ha ido bien?

Supe entonces que lo que para él era una respuesta larga para mí suponían horas de conversación necesaria. Así que me callé y simplemente dije "Ya hablaremos"

Ya.

domingo, 19 de junio de 2011

El día en el que ya no te importe lo que piense la gente no me acordaré de quién eres.
He hecho, sin duda, el mayor acto de poca vergüenza académica de mi vida.

Estoy francamente orgullosa.

domingo, 12 de junio de 2011

Hoy llamé.

Pero no había nadie.

Todo esto me sobrepasa.

Y de qué manera.

sábado, 11 de junio de 2011

Lo peor es que cada noche dormirás pensando que siempre has sido claro y que no has hecho nada mal.
Cada vez que dijiste "prefiero que no vengas" dejaste más claro que no tenías intención de ir a ningún sitio conmigo.

Pero era bonito lo de enterarse después de tus razones.

Otra muestra más de tu madurez, seguramente.
Cada vez que recuerdo algunas de las cosas que me has dicho tengo más claro que mi vida no es como el mercado negro de órganos humanos.

No se me puede querer por partes.
Creo que estoy agotando los recursos naturales de mi cerebro.

Pero queda menos.

miércoles, 8 de junio de 2011

No sé cómo se juega.

Pero también me apetece tener 13 años y preguntarle a tus amigos cómo estás.

[Lo de la madurez ya aburre, ¿cierto?]

lunes, 6 de junio de 2011

Resulta irónico que algo tan destructivo como el dolor sea tan productivo.
Son ese tipo de certezas, sumadas a tu ausencia las que me hacen plantearme si todo aquello fue real. No si sucedió, sólo si fue real que me querías cuando me mirabas.

No consigo negarlo aún, pero tal vez esa sea la clave.

Siempre pensaste que algo fallaba en todo esto.

Por supuesto, ese algo no eras tú.
A pesar de la tormenta que hay fuera, de que la lluvia está taladrando una parte de la ventana me siento segura.
Desafío al agua abriendo una parte de mi ventana, sólo la que yo quiero, sólo la que sé que no me va a mojar.
Es mi pequeño momento kamikaze en toda esta locura, el único instante en el que me permito desafiar.
Ya ni puedo, no me apetece.
No merece la pena.

Pero la lluvia siempre me permite mirarla a la cara y plantarme como si importara lo que yo opinara.
Tengo un mes y medio para recuperar mis 21.

Me he dedicado a odiarlos demasiado tiempo.
Lo único que me separa ahora mismo de mi objetivo es la lluvia.

Mojarme es imperdonable.

Pero lo superaré, sin analgésicos.

domingo, 5 de junio de 2011

Soy lo mejor que tengo.

No puedo dárselo a cualquiera.
A veces me despierto y miro las montañas desde mi ventana, me creo Heidi pero cuando voy al espejo la palidez me traiciona.

[No es ningún trauma]

sábado, 4 de junio de 2011

Negaré haberte conocido para que no me pregunten si te quise, así nunca sabrán todo el daño que me hiciste.

[Tú tampoco te enterarás]

jueves, 2 de junio de 2011

Siento no ser una de esas idiotas que se sienten importantes sin tener que recurrir a sus tacones.

Culpable

En este juicio, del que ninguno de los dos saldremos vivos me declaro culpable.

Me pesan los cargos de perfección durante la ejecución, de premeditación y alevosía exagerada al querer verte feliz.

Me pesa la culpa de no poder saberme juzgada por un tribunal superior ya que siempre, de alguna forma, implícita o explícita has pregonado mi deficiencia en cuanto a años.

Me pesan los pertinentes cargos por insistencia, por paciencia desmesurada contigo cuando debí haber cometido sola este crimen.

Me pesa haberme librado de una parte importante de mi autoestima por haber odiado durante tantos años mi juventud.

Me van a pesar, más aún, los recuerdos. El alivio supone saber que gracias a alguno de mis cargos anteriores siempre podré enmendarlos con cualquier ángel caído que se entere de una vez que hay presos que merecen que le ensanchen un poco la celda.

Me pesa no haberme metido en tu mundo, no haber sido capaz de ser una idiota más que te bailara el agua porque sí.

Pero, sin embargo, lo que más me pesa es que ya ni siquiera te recuerdo sobre mí. Te has encargado de ir borrando todo aquello. Tú, y la manía de no esperar nada de ti.

sábado, 7 de mayo de 2011

Deberías preguntarte si alguien más hace ese tipo de cosas por y para ti.

Sé que no lo haces porque la respuesta sería demoledora.

Aunque no te importe.

Ni ese tipo de cosas ni la respuesta.

jueves, 5 de mayo de 2011

Si preguntas siete veces si estoy bien es porque sabes que no lo estoy.

No preguntes y escucha, nada más.

domingo, 17 de abril de 2011

Nos cambiaron el oro por el vino y acabamos perdiendo el sentido borrachos de riqueza.

sábado, 9 de abril de 2011

No estoy pálida.

Es que llevo mucho tiempo en la sombra.

domingo, 3 de abril de 2011

Redención (o cómo escribir un texto movida por el hartazgo)

Debe ser una auténtica mierda dártelas de algo que no eres.
En serio, querido, por llamarte de alguna forma, desde luego. Planteate un poco tu vida, te quedabas en casa sin ir a clase porque notabas un "ligero malestar" y no querías "ponerte peor".

¿Se puede estar peor que pensando que eres perfecto?

Desde ya te digo que no, y si tan superada me tienes, ¿por qué sigues escribiendo sobre mí como si fuera el paradigma de la maldad y el odio?

No te quise, es cierto. Si te lo dije fue porque en algún momento lo sentí. Pero si te hubiera querido de verdad, hubiera empezado algo contigo en vez de alargar lo que sabía que no me iba a llevar a ningún sitio. Sí, yo siempre pensé en mí. Por eso no éramos nosotros, era yo y tú. Siempre yo primero.

Y lo reconozco, me hacías sentir bien. Al principio, cuando no cuestionabas todo y cuando no te ponías celoso de mi trabajo.

Imagino que el trabajo es consecuencia de no haberse quedado en casa por un "ligero malestar". Tus celos solo eran un síntoma más de tu "ligero molestar". Daba lástima oírte siempre debajo de las sábanas lamentándote de tu terrible desdicha. Perdóname, pero hay gente grave que sigue haciendo cosas. Deja de llorar ya, vas teniendo una edad para hacer algo con tu vida.

Ahora no trates de acuchillarme diciendo que he perdido la magia y que me falta magnetismo.

El único que nunca fue verdaderamente atrayente de los dos fuiste tú.

Y escribo esto desde el hartazgo (uso palabras pedantes, al igual que tú) que me produce ver que me sigues dedicando palabras dándotelas de hombre perfecto. Mírate primero, y luego empiezas a hablarme, si quieres.

Efectivamente, redención.
Ríndete ya si quieres, nadie te ha venido a buscar. Ni a ti ni a tus ganas de salvarme de mí desde tus lamentos y lloros.

viernes, 1 de abril de 2011

Y apareces y te vas.
Como si quisieras llamar la atención.
No sé si es la mía.
U otra.

Pero la llamas.
Abril suele ser bueno.
O más bien lo recuerdo bueno porque me gusta su grafía.

domingo, 27 de marzo de 2011

Me has cansado.
Me has agotado.

Y lo que es peor, me haces sentir menos que el resto.

Estoy HARTA.

viernes, 25 de marzo de 2011

No me importa que te vayas.

Porque hace tiempo que no estás.

jueves, 17 de marzo de 2011

Tiempo

Lo que no entiendes, y mucho me temo que no entenderás, es que no se trata de que te sientes frente a mí una hora y me pidas que te hable.

Lo que no entiendes, y mucho me temo que no entiendes ya es que son sólo cinco minutos lo que necesito para decirte lo que me duele, lo que me taladra y lo que me sana.

Lo que no entiendes, y mucho me temo que no has entendido ya, es que cada vez que pospones una conversación, lo único que consigues es hacerme ver que no soy lo suficientemente valiosa como para detener tu tiempo un segundo y decir:

-Soy yo quien va a escucharte ahora, y si quieres, mañana también. Y cuando tenga más calma y tiempo, seguiré teniendo segundos para ti. Los que quieras.

Porque yo soy la idiota que siempre lo hace.

O lo ha hecho.

Pero que no sabe si lo hará.

Metal

Seguro que el motivo real por el que Eiffel hizo aquella torre fue para hacer ver a alguien que era importante.

Pero se le olvidó que ella sólo quería que la escuchara sin posponer todo aquello que le quería decir.

Y ahí está, ese enorme amasijo de hierros esperando que alguien le saque de su tumba, le zarandée y le diga al fin, que se equivocó.

Que ella no quería llegar al cielo sobre acero, ni hierro, que no quería enredarse en tornillos.
Que sólo quería que la escuchara y la hiciera sentir importante.
Sin ningún metal más que el hilo de cobre que necesitaría para coserle el corazón que poco a poco le iba partiendo.

Sólo pedía cobre, y se encontró una torre entera de hierro.

No era lo que quería.

sábado, 12 de marzo de 2011

Hace seis años también llovía.
Después de hacerme pasar una noche amarga hablándome de ella decidiste que era momento de tomar las riendas.
-Estamos juntos.
No diste opción a que te dijera que no, tenías claro cuál iba a ser la respuesta. Yo no tanto. Desde entonces, y por dos meses, compartimos tres horas a las tres cada noche de cada día. Y unas cinco del resto de las 24.
Mis horas de reposo se convirtieron en ti, en tu voz, en nuestras risas y en lo mucho que te quería. Así, en singular. Sé que alguna vez fue en plural, me niego a pensar que no fuera así.
Hoy serían seis los años que estaríamos juntos, me es inevitable acordarme de ti. Si supieras cómo están las cosas hoy, si supieras lo mucho que te debo por haber sido tan hijo de puta.
Aquella media tarde, de aquel sábado 12 de marzo decidiste que era buen día para empezar a imponer.
Lo hiciste tan bien que llegué a pensar que la que ganaba era yo.
Como si aquella entrada fuera premonitoria.

Hoy, que no puedo respirar, que me está doliendo todo, que he mezclado a la gripe con la sinusitis y el dolor más profundo. Hoy, me doy cuenta de lo prescindible que soy.

Agradezco el esfuerzo al intentar hacer ver que no es así.

Pero yo, por mucho que duela reconocerlo, no soy prioridad.

Esa es la verdad.

Y me está machacando.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Me apetece activar el modo niñata, pero no puedo.

Siempre hay que demostrar algo.

Pero hoy no me apetece.
Soy aquello que siempre se puede dejar para después.

sábado, 5 de marzo de 2011

Si supieras que lo único que necesito ahora para estar bien es que tú estés no dejarías que pasara la noche sola.
Odio cada vez que me dices que no lo mereces.
-No me has echado de menos.

-No eché de menos que me colgaras.

martes, 1 de marzo de 2011

Supo entonces que se había dejado gran parte de la inocencia en el puente de Carlos aquellos días.
Lo peor es que también olvidó la ilusión.
Y ahora, más que nunca, es consciente de ello.

domingo, 13 de febrero de 2011

Fue bonito escuchar de su parte aquello de "Creo que me está tratando como merezco que me traten"

Pero, sobre todo, fue justo.

sábado, 12 de febrero de 2011

Carta de felicitación.

Sonó Yann y empezó a escribir.
Sin darse cuenta el tono se vio ensombrecido por la despedida. No era la intención, pero todo apuntaba a ello. No pensó y realizó los trazos más desgarradores que hasta entonces había hecho.
Y no había demasiado dolor, simplemente desánimo, con cada una de las palabras, impregnadas de tristeza, se fue purgando.
Pidiéndole, por favor, que Él no cambiara.
Aunque Ella, de forma inevitable, lo estaba haciendo.
Y sospechó, de alguna forma que aún no ha identificado, que es probable que se suba pronto al tren.
Al Circo Humano.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Seamos sinceros.

[Miénteme a la cara]

sábado, 5 de febrero de 2011

Azul

Ayla era una víctima más de aquella guerra, el haber figurado entre las listas de los candidatos de aquel partido la había convertido, automáticamente, en objetivo de cualquiera del escuadrón contrario. Eran su nombre, su pelo y su identidad quienes la delataban, todo marcado por un profundo color cobrizo.


La conocían como la chica de las pecas, en honor a las que coronaban sus mejillas y a las que solían poblar su falda de vuelo. El amor por el talle alto en la misma la había consolidado como una más entre las filas del glamour de aquella época.

En aquel país, en el que ya no quedaba nombre para nadie, ella era perseguida.



Antes de toda aquella revuelta, de la revolución de los ricos acomodados que luchaban por tener más aún tuvo que sumergirse en aquella alcantarilla para poder subsistir.



La suerte, el destino o la política la habían llevado a erigirse como una figura de autoridad en el parlamento, lo que la había convertido en presa fácil de comentarios envidiosos que la acusaban de ser sólo la cabeza de turco de aquel arriesgado plan.



Su primer contacto con aquel mundo, principalmente masculino se materializó la primera tarde de la primavera en la que no dejó de nevar hasta mayo. Aquella tarde tocaba azul, como si eso la fuera a hacer sentir más segura. Tropezó en el primer escalón del congreso y al volverse sonrojada para ver si alguien la había visto le descubrió riéndose. Recogió sus papeles lo más dignamente que pudo y, cuando iba a emular a su odiada Cenicienta, él pasó a su lado, sin siquiera mirarla. Pasó entonces del odio a la extrañeza, debería haberse acercado a ella para ayudarla, pero arrugar aquel traje debía ser un sacrilegio.



Ya era tarde y tuvo que volver a correr, la prisa la inundó y se sorprendió entrando en el sitio en el que había luchado por estar. Su azul y ella se sentaron en el cuarto asiento de la tercera fila y tras comprobar que aquel número, el 7 se había apoderado de su primer día, empezó a escuchar.



Le sorprendió entonces mirándola, como si nada más de lo que allí hubiera le interesara, salvo ella, su coleta y su azul. Y supo que quería besarla, a pesar de que no conocía su nombre. Simplemente quería abrazarla.



A ella, y a su azul.

viernes, 4 de febrero de 2011

Justo ese momento, en el que te das cuenta de que ya eres prescindible.

jueves, 3 de febrero de 2011

Y volver a reconstruir aquellas miradas, aquellos roces de manos que no querían decir más que "Aquí estoy, contigo, por y para ti"

Aquellos recuerdos, que conviven conmigo día a día son parte de lo que me hace pensar que todo aquello fue real.

Intento pasar por todas aquellas calles, por mis sábanas y por la cocina pensando que todo lo que sucedió no fue real. Que simplemente fingías porque te apetecía pasar más calor en verano, que nunca me quisiste y que no te llegué a importar.

Pero entonces te recuerdo desnudándome y no soy capaz siquiera de dudar de que fueron los momentos más bonitos que podría haber imaginado. Te recuerdo mientras me mirabas y me acariciabas el pelo y es imposible dudar que me querías.

[Porque me querías]
Me encantaría poder decirte que me apetece abrazarte.

[Me gusta demasiado la verdad]

martes, 1 de febrero de 2011

Se descubrió entonces rodeada de aquellos seres mientras pensaba en él. Recordaba cuando se tumbó sobre su pecho en aquel hotel y vieron la peor película de la historia.
Nunca se lo comentó, pero cuando puso su cabeza sobre Él, notó como el corazón bombardeaba con latidos intensos. El de Ella también lo hacía.
Recordaba ese momento mientras le acribillaban con preguntas que para Ella eran obvias.
Pero tuvo que centrarse y olvidar.
Olvidó que en el centro, donde Ella le había situado a Él, ya no había sitio para nadie más. A diferencia de Él, seguía quedándole sitio. Pero ahora Ella ya no llenaba nada.
[Y eso la entristecía]

lunes, 31 de enero de 2011

Lo nuestro, mi amor, no era 1999.

domingo, 30 de enero de 2011

Casi mujer

Eso fue lo que me dijiste después de preguntarme qué tal iba todo. Como si esperaras que te contestara con ilusión, con alegría o siquiera con condescendencia.
Cuando te devolví el insulto preguntándote por el jeriátrico me volviste a llamar adolescente y me dijiste que alguien de 30 mataría por un piropo así.

Te recuerdo, que ni tengo 30 ni los tendré en poco tiempo.

Y que maten, me da igual.

Lo siento, creo que te equivocaste de persona cuando me dijiste aquella fatalidad de "Casi mujer"

Si fuera una "Casi mujer" ten seguro que no estaría hablando contigo, emplearía el tiempo en cosas mejores impropias de la edad.

Como hacer visitas en un jeriátrico.

Porque yo, no soy una "casi mujer", y lo sabes.

[Otra cosa es que te joda reconocerlo]
Como si leyeras esto...

Esa es la sensación que tengo.

Pero no.

Si lo haces, saca la patita.

viernes, 28 de enero de 2011

Adiós se dice así:

Adiós.

miércoles, 26 de enero de 2011

Se entrelazó en su pelo y, mientras empapaban las sábanas deseó parar un segundo para poder retratar ese instante.

Le gustaba quemarle.

domingo, 23 de enero de 2011

Ahora sí que estoy herida.

Y te da igual.

Eso es lo único que quiero que me des.

Igual.
No merece la pena confiar.

¿Para qué?

miércoles, 19 de enero de 2011

Me gasto la comprensión en ti.

Desearía

Estamparte una a una todas las excusas que me das para que ahora el resultado sea mi malestar.

lunes, 17 de enero de 2011

Reconzoco que me está doliendo.
Que te echo de menos.
Que me duele.
Que me dueles tú.
Que te libras de la culpa porque me avisaste.
Que me parece irresponsable por tu parte.
Que no puedo odiarte.
Que no quiero odiarte.
Que quiero que estés aquí. Cogiéndome la mano en el sofá de al lado mientras duermo Amélie.
Que quiero que me vuelvas a cocinar los carbonara.
Que te quiero.
Que sigo sintiéndome menos.
Que no soy menos.
Que me tengo que querer aún más.

Que se me está haciendo duro todo esto, porque además, eres mi amigo. Y no puedo recurrir a ti para contarte que me está matando esta cardiofractura.

domingo, 16 de enero de 2011

Sigo intentando matar la costumbre de acostumbrarme a ti.

[Se me hace un mundo.]

sábado, 8 de enero de 2011

Cardiofractura severa.

miércoles, 5 de enero de 2011

Lo siento, me dejé la razón entre las sábanas de tu cama.

No me he dado cuenta de que esta idiota sigue enamorada.

No te preocupes, pronto iré a recogerla.