
Peligro: Zona acordonada por abulia dispersada y extasiada de dudas.
Atada.
Refugiada en no saber qué hacer.
Plena de incertidumbre.
Llena de bajos tempos que animan a la abulia a aparecer.
Vacía.
Llena de desconocimiento.
Seguidora del desinterés.
¿Cómo se explica?
¿Cómo se sigue?
No encuentro más motivo para buscarme que yo misma. Me empiezo a perder. Empiezo a necesitar.
No me gusta.
Antes me gustaba.
Yo.
Yo, en primera instancia.
Ahora no me gusta. No es cuestión física, sólo psíquica.
Sólo, me atrevo a decir.
Desgaste pronunciado.
Mi piel empieza a acusar los girones de las discusiones con las que remiendas nuestras conversaciones. Mi voz desaparece por momentos. Mi juicio sigue intacto pero con menos fuerza. Mi cadencia disminuye, se disipa, se aleja y desaparece. Me mezo en el no saber qué hacer.
La respuesta es clara.
No tanto.
Quizá.
Quién sabe.
Tal vez Michelle lo sepa.
La esperaré, hasta entonces me ahogaré en cuerdas de abulia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pensamientos absurdos