sábado, 12 de marzo de 2011

Hace seis años también llovía.
Después de hacerme pasar una noche amarga hablándome de ella decidiste que era momento de tomar las riendas.
-Estamos juntos.
No diste opción a que te dijera que no, tenías claro cuál iba a ser la respuesta. Yo no tanto. Desde entonces, y por dos meses, compartimos tres horas a las tres cada noche de cada día. Y unas cinco del resto de las 24.
Mis horas de reposo se convirtieron en ti, en tu voz, en nuestras risas y en lo mucho que te quería. Así, en singular. Sé que alguna vez fue en plural, me niego a pensar que no fuera así.
Hoy serían seis los años que estaríamos juntos, me es inevitable acordarme de ti. Si supieras cómo están las cosas hoy, si supieras lo mucho que te debo por haber sido tan hijo de puta.
Aquella media tarde, de aquel sábado 12 de marzo decidiste que era buen día para empezar a imponer.
Lo hiciste tan bien que llegué a pensar que la que ganaba era yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pensamientos absurdos