-Entonces... toda aquella historia del amor que nos contaron... ¿no era cierta?
-Evidentemente no, sólo te querían crear un poco de frustración. ¿De qué iba a servir volverse idiota de una manera tan primitiva?
Devolvió entonces a Walt Disney a su urna helada y enterró con sumo mimo sus ilusiones en un cofre de recuerdos que jamás llegarían a hacerse de nuevo.
jueves, 7 de julio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pensamientos absurdos